Denominada retroalimentación o feedback, es un ‘ida y vuelta’ y esto permite desarrollar en la relación profesor/alumno un proceso en el que se pueden compartir: observaciones, preocupaciones y sugerencias.
Este proceso va acompañado de comportamientos de respeto, atención al otro, generosidad, entrega.
El feedback es importante porque permite al alumno y profesor conocer: 1) el estado de la ejecución de las tareas, 2) el avance logrado y 3) si es las aportaciones están de acuerdo a los objetivos del curso.